La Paeria facilita la creación de alojamientos para personas temporeras en l'Horta

El Ayuntamiento de Lleida ha presentado hoy en el vecindario y en el sector agrario de l'Horta el procedimiento de gestión urbanística que se ha puesto en marcha para facilitar la dotación de alojamientos para trabajadores y trabajadoras temporeras del campo junto a las explotaciones en las distintas partidas.

La primera teniente de alcalde, Begoña Iglesias, acompañada de técnicas del área municipal de Planeamiento Urbanístico, ha explicado cómo funcionará este proceso y ha escuchado las aportaciones de las personas asistentes al encuentro.

Iglesias ha señalado que se tramitará una modificación del Plan especial del catálogo de construcciones en suelo no urbanizable, que facilitará que las construcciones agrarias en desuso puedan transformarse para cumplir esta función como alojamientos temporales para trabajadores y trabajadoras del campo, entre d otros usos.

Esta herramienta de planeamiento, aprobada en 2019, cuenta ahora con 119 construcciones registradas. El hecho de formar parte del mismo permite autorizar este uso como equipamiento para alojamiento de personas temporeras con un procedimiento de tramitación urbanística mucho más sencillo. Sólo es necesario pedir un informe a la conselleria de Agricultura y la licencia puede otorgarse la licencia de forma directa por decreto de alcaldía en un plazo de unos tres meses. Habrá que realizar las obras necesarias para rehabilitar la edificación, que pueden incluir derribar alguna de sus partes para mejorar el impacto paisajístico.

“Conocemos la necesidad que las explotaciones agrarias tienen para alojar a sus temporeros y lo que facilitamos es que los puedan tener junto a la explotación. Son masías en desuso que si están inscritas en el catálogo podrán tener ese uso y una tramitación mucho más fácil”, ha explicado Iglesias.

La concejala ha querido destacar que la reunión de hoy quiere "escuchar y dar voz" a las personas que viven y trabajan en l'Horta y explicarles en qué consiste este procedimiento. También ha añadido que se permite la agrupación de varios agricultores y explotaciones para compartir los alojamientos.

Además de este uso como equipamiento con servicios comunitarios, la inclusión de una construcción en el catálogo admite también otros usos como el de vivienda, hotelero, turismo rural, educación en el tiempo libre, artesanales-artísticos y de restauración, siempre en pequeño formato y vinculado a la actividad agraria, en cumplimiento de la normativa urbanística. De esta forma, ha destacado la concejala, se quiere potenciar que l'Horta tenga más actividad.

En cualquier caso, el primer paso ahora será tramitar la modificación del catálogo para incorporar las construcciones de las personas que así lo deseen. Éste es un procedimiento largo, con un plazo aproximado de un año, que incluye trámites como la evaluación ambiental y la solicitud de informes sectoriales, antes de su aprobación por el pleno municipal y por la Comisión Territorial de Urbanismo.

Por otra parte, en el caso de las nuevas construcciones o aquéllas que no sean susceptibles de ser incluidas en el Plan Especial del catálogo, se establece otra vía de tramitación urbanística para poder conseguir la licencia como alojamiento para temporeros. Entonces habría que impulsar un Proyecto de actuación específica (PAE), un procedimiento que también requiere informes sectoriales y aprobación definitiva por la Comisión Territorial de Urbanismo, con un plazo aproximado para conseguir la licencia de obras de unos seis meses.

Para pedir la inclusión de una construcción en un PAE es necesario justificar la explotación agraria a la que da servicio, que debe estar configurada como unidad económica o bien formar parte de una cooperativa.

El acto de presentación, que ha tenido lugar en la sala del parque de Serrallarga, ha contado también con la participación de los concejales Jackson Quiñónez, Anna Florista, Marta Tristán, Violant Cervera, David Melé y Laura Bergés.

Requisitos para la incorporación en el catálogo

Las construcciones que se incluyan en el catálogo deben tener una superficie mínima suficiente para destinarla al uso de alojamientos de personas temporeras y tratarse, preferentemente, de construcciones rurales en desuso que provoquen un impacto ambiental o paisajístico negativo al territorio. También se admiten las torres o casas rurales que sea necesario preservar por razones arquitectónicas, históricas, ambientales, paisajísticas o sociales y otras construcciones anteriores a 1957.

Una vez enviada la documentación, los servicios técnicos municipales revisarán las solicitudes y determinarán qué edificaciones pueden ser incluidas en el Catálogo, qué intervenciones se podrán realizar sobre el edificio existente (las partes a mantener, recuperar y suprimir) y qué usos se consideran más adecuados según lo permitido por la Ley de urbanismo.

Los criterios para valorar las solicitudes tendrán en cuenta la viabilidad e idoneidad de las edificaciones para destinarlas a alojamiento de temporeros; su superficie y el número de plazas que podrían acogerse; su integración en el espacio físico con un mínimo impacto paisajístico; la distribución geográfica; y la disponibilidad de alojamientos ya existentes en la zona.