La judería de Lleida fue en el lugar de residencia de la comunidad judía hasta su expulsión en 1492. La aljama-comunidad judía de Lleida fue una de las más importantes de la Corona de Aragón y desempeñó un papel determinante en el desarrollo económico y cultural de la ciudad.

La Paeria impulsa la declaración como Bien Cultural de Interés Local de la Cuirassa, las Adoberies, el Pont del Boc y el antiguo molino andalusí de Blondel

La iniciativa, que tiene el visto bueno de la Comisión de Patrimonio, tiene como objetivo profundizar en la protección del patrimonio local y facilitar que se puedan solicitar ayudas para conservación, excavación y difusión de los restos

La iniciativa, que tiene el visto bueno de la Comisión de Patrimonio, tiene como objetivo profundizar en la protección del patrimonio local y facilitar que se puedan solicitar ayudas para conservación, excavación y difusión de los restos

El Ayuntamiento de Lleida impulsa la declaración como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) de cuatro elementos importantes del patrimonio de la ciudad, como son el antiguo barrio judío medieval de la Cuirassa; las curtidurías medievales de los Blanquers; el Molino Andalusí de rueda vertical de la avenida Blondel; y las defensas de Harcourt y el puente medieval en el macho cabrío de la Biterna.

La primera teniente de alcalde y concejala de Agenda Urbana, Begoña Iglesias, ha destacado que esta iniciativa forma parte de "la voluntad del gobierno municipal de profundizar en la preservación, protección y puesta en valor del patrimonio de Lleida".

La declaración de estos cuatro bienes como BCIL ha sido avalada por la Comisión Municipal de Patrimonio y se anticipa a la aprobación del Plan Especial de Protección de Patrimonio y Catálogo de Bienes de Lleida, que se está tramitando. Facilitará también poder optar a las ayudas económicas para la conservación, excavación arqueológica y difusión de yacimientos arqueológicos visitables de la Generalitat.

La propuesta de aprobación inicial de la declaración de BCIL por estos cuatro vestigios históricos de Lleida se debatirá en la próxima comisión de Gestión de la Ciudad, la próxima semana, y en el pleno de este mes de septiembre. Una vez que el acuerdo sea firme se comunicará a la Dirección General del Patrimonio Cultural del departamento de Cultura de la Generalitat para que lo inscriba en el Catálogo del Patrimonio Cultural catalán.

Coraza

La judería de Lleida fue en el lugar de residencia de la comunidad judía hasta su expulsión en 1492. La aljama-comunidad judía de Lleida fue una de las más importantes de la Corona de Aragón y desempeñó un papel determinante en el desarrollo económico y cultural de la ciudad.

Entre 2017 y 2018 se excavó el espacio para mejorar el conocimiento de estos restos medievales y se urbanizó un parque para poner en valor el espacio y recuperar su memoria. Este año se han hecho nuevas tareas de prospección arqueológica en este espacio .

Curtillas de los Blanquers

Las curtidurías de los blancos del siglo XIII son un patrimonio histórico-arqueológico que permite captar y entender la principal actividad económica de la Lleida feudal, el abono de pieles.

El complejo productivo de los blancos estaba formado por 10 curtidurías y la casa del Gremio. Todas menos una eran patios alargados de 4,5 metros de ancho por 20 metros de largo, atravesados por un canal central. A ambos lados de este sistema de circulación del agua y desagüe estaban los depósitos donde tenían lugar los trabajos de encalcinado, abono y teñido de las pieles.

Dos curtidurías se pueden visitar y están museizadas en la planta baja del edificio de la Rambla Ferran 9 y con la reforma del edificio de la antigua Audiencia para acoger el Morera también se han hecho visibles otra parte de los restos.

Molino andalusí de rueda vertical de Blondel

Este elemento fue localizado en el año 2002 en el transcurso de la excavación arqueológica del solar situado en los números 94-96 de la avenida Blondel, donde se encontraba el antiguo convento de los Mercedarios. Éste es uno de los pocos ejemplos que se conservan en Cataluña de este tipo de molino, emplazados generalmente en el cauce del río.

La actividad que se llevaba a cabo en su interior representa uno de los pilares económicos de la sociedad de aquella época y es por esta razón que muchos de ellos habían sido propiedad de las órdenes religiosas.

La particularidad de este molino es que tiene su origen en la Lleida andalusí y es el molino más antiguo dentro de la ciudad. Se trata de un ejemplo único en la ciudad y el segundo conservado de toda Cataluña, junto a otro situado en Miravet en el río Ebro

Se conservan restos de todo el conjunto funcional: el edificio, la balsa de contención y el canal de alimentación y desagüe, aunque todavía está por terminar la excavación. También es un testimonio de la dinámica fluvial de esta parte de la ciudad y el progresivo cambio del curso del río Segre en el último milenio, empujado por la dinámica urbanística de la ciudad.

Defensas de Harcourt y puente del Boc de Biterna

Los restos del puente medieval y el muro de defensa moderno se encuentran en la partida de Fontanet, partiendo de Lleida y siguiendo el camino Viejo de Albatarrec, a unos 50 metros antes de llegar al Puente del Boc de la Biterna. Constituyen uno de los escasos espacios de batalla identificados en Cataluña de la Guerra de los Segadores.

A raíz de las obras de arreglo del puente, en noviembre del año 2021, se localizaron unas estructuras que, tras su limpieza y documentación han sido identificadas como un fragmento de puente de factura feudal que unía las dos orillas del río Femosa y una muralla de defensa provisional (muro de espesor considerable hecho de cantos rodados), piedra Quarter dels Catalans, instalado por las tropas francesas durante el asedio de Santa Cecilia.

Este tipo de restos forman parte de la arqueología de los campos de batalla y son testigo de uno de los hechos más relevantes de la historia de la ciudad, en el siglo XVII. El pequeño puente de origen feudal es seguro la estructura que permitió atravesar el río Femosa hasta la construcción del moderno y por tanto, se relaciona con la fortificación por haber tenido un uso simultáneo.